Macho

Sobre la obra y mi trabajo personal como hombre

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Les contaré algo…

Cuando supe que sería papá, comencé a atormentarme por dentro, preocuparme y no saber bien qué hacer, escuchaba muchas cosas que no me cuadraban en mi mente, como esto de ser fuerte, aguantar, ser más hombre…

El dinero comenzó a preocuparme, debía trabajar más, ahorrar, ser la principal fuente de ingresos; ver la vida como un “verdadero hombre”, con fuerza, cabeza fría, y todas esas cosas de las que cargamos por ser hombres.

Y entonces, tuve un antes y un después, algo estalló en mi cabeza, busqué ayuda, apoyo, información; necesitaba sanar mi ser y ver las cosas con menos estrés.

Conocí un grupo de apoyo de crecimiento personal para hombres, encontré opiniones y experiencias interesantes sobre masculinidades, sentí una energía agradable al platicar con ellos, mucha empatía, conocí experiencias sobre el ser hombre; me sentí un poco más ubicado en mi ser…

En este proceso veo las cosas diferente, en ocasiones hay nubes y lluvia en mi interior, aunque, son más ligeras que antes…

Tengo mejor comunicación con la gente que me rodea, con la manera de afrontar los problemas y con la empatía social…

Gracias a Hernando Hernández, Raúl Carrasco y Jonathan Guzmán como parte del equipo de Hombres Construyendo Empatía y a Luis Soriano que impartió el taller de donde surgió este material gráfico.

Y sé que el trabajo personal no es un trabajo lineal, es un trabajo constante, día a día y con altibajos, no tiene fin, se construye en la coherencia entre el discurso y las acciones.

Reflexión sobre la pieza 3

“Cargando burbujas…

No sé bien quien soy, no estoy atado a mi pasado, ¿o sí?, me estoy construyendo una masculinidad distinta a la que aprendí, me cuesta trabajo encajar en lo colectivo; a veces pienso que estaba mejor antes, era fácil, sin darme cuenta, ahora veo la violencia en muchas de sus formas”